Por: Abraham Aparicio
En los últimos días se ha
desatado por diversas Redes Sociales un debate muy interesante entre la crítica
a la revolución y la lealtad al proceso chavista, a tal punto que el mismo Nicolás
Maduro emitió algunas opiniones al respecto, atizando aún más la discusión.
Por un lado, están los que
critican las fallas en el proceso bolivariano haciendo señalamientos que en
ocasiones parecieran que en vez de querer mejorar le disparan a quemarropa a lo
que en discurso y escritura dicen defender, y por otro están los que defienden
a ultranza que todo está bien y que las fallas se deben al ataque del
imperialismo; que por supuesto en un escenario como el que vivimos en nada
ayuda a quienes dirigen políticamente este país.
Ambos bandos se creen dueños de
la razón y algunos hasta pecan de hacer señalamientos obscenos y sin
fundamentos en contra de los otros, sin detenerse a pensar que, en medio de
esos empujones, estrujones y reviraderas como dicen en mi barrio se encuentran
los infiltrados que le ponen la pajita en el hombro a unos y a otros para que
se den con todo mientras ellos disfrutan de la golpiza.
Antes de que me vayan a señalar por
la opinión que emito les digo a los unos y a los otros que quien le escribe ha
sido un duro crítico a nuestro proceso revolucionario, a tal punto de que en
varias instituciones los “jefes” escuálidos terminaron despidiéndome por no
estar de acuerdo con sus prácticas adecas-copeyanas violado inmovilidad laboral
y el derecho al trabajo contemplado en la Constitución; igual suerte corrí
dentro de la dirección regional del partido en el año 2014 cuando quien dirigía
Miranda termino desincorporándome y persiguiéndome por no estar de acuerdo con
su forma de hacer la política. Digo esto para que no piensen que uno no tiene
calle porque para algunos la única lucha que existe es la de ellos y no
reconocen a más nadie.
Particularmente, a pesar de las críticas
y los desencuentros con algunos “camaradas” hay algo que he mantenido en 20
años ya de militancia y es la lealtad absoluta tanto al proceso revolucionario
como a quien dirige; porque una vaina es querer que las cosas mejoren y todos
tengamos la posibilidad de mejorar nuestra calidad de vida y otra es utilizar
esa situación para atacar despiadadamente a nuestro Presidente. Nunca lo acepte
cuando Chávez estaba vivo, no lo aceptaré tampoco contra Nicolás.
No pretendo caer en el juego de
unos y otros porque definitivamente quienes todo lo critican solo por criticar sin
hacer ningún tipo de propuesta para mejorar lo que dicen que está mal y hacer
señalamientos infundados sin ningún tipo de pruebas, solo sirven de
instrumentos para la derecha que lleva 20 años diciendo que el chavismo todo lo
ha destruido y bla bla bla; pero también mucho daño hacen los que dicen que
todo está bien y que todo se lo achacan al imperialismo solo para contentar a los
“jefes” y mantenerse atornillados en tal o cual cargo que al final terminan
siendo los disfrazados de rojo que todos por años hemos denunciado y que pruebas
tenemos como es el caso de Rafael Ramírez, Rafael Isea, Hebert Garcia Plaza, Alcalá
Cordones y los tantos otros que si hiciera la lista no terminaría nunca de
escribir esto.
Es cierto que hay cosas que están
mal y los que militamos de corazón en el proceso bolivariano y quienes por años
hemos sido leales al legado de Chávez nos angustia y nos molesta que las cosas
no funcionen en ocasiones por el bloqueo comercial y la crisis generada por el
imperialismo (que lo entendemos) pero en otras tantas por la ineficiencia de
aquellos que no sabemos cómo han llegado a cargos gerenciales y destruyen,
retrasan y conspiran para que los servicios o las áreas sensibles y que más
golpean a la población no funcionen generando una gran molestia a quienes
padecemos a diario estas situaciones.
Es cierto que hay “funcionarios”
que no arriman nada para el mingo y que lejos de ayudar a Nicolás, trabajan a
diario como buenos opositores para torpedear el apoyo popular del que a pesar
de las adversidades aun goza la revolución chavista.
Es cierto que dentro de las instituciones
hay un “gentío” que cuando el pueblo humilde llega a solicitar apoyo o ayudas,
son maltratados, vejados y desmoralizados con las ya conocidas frases: “tenemos
patria”, “sigan votando por Nicolás”, “este gobierno todo lo destruye”, “Chávez
se murió” y las groseras actitudes que para quienes militamos en la revolución nos
causa mucha molestia porque eso no era lo que quería Chávez.
Todo eso es criticable,
repudiable y hay que denunciarlo (lo hice bastante) así tomen o no acciones en
contra de quienes traicionan a la revolución porque para mí eso es traición al
pueblo; pero también debemos ser serios y reconocer el inmenso esfuerzo que
nuestro Gobierno Nacional encabezado por Nicolás Maduro hace a diario para
apoyar, ayudar y cuidar al pueblo.
No podemos negar que desde el año
2013 Maduro ha demostrado que Chávez no se equivocó cuando lo dejo al mando
como su sucesor, porque estos 7 años han sido los más difíciles que nos ha
tocado vivir, han sido los más dolorosos y los más duros social, política y económicamente.
¿Nos vamos hacer los locos?
Golpes, guarimbas, asesinatos,
intentos de magnicidio, saltos de talanqueras, traiciones, hiperinflación,
aumento desmedido de los precios, usura, acaparamiento, robos, corrupción y hasta un autoproclamado “presidente”
impuesto por el gobierno yankis y sus lamebotas de la OEA y la Unión Europea
que se han robado más de 30 mil millones de $ del pueblo venezolano nos ha
tocado vivir, todo financiado y promovido por la burguesía quienes por sus
ansias de poder no les ha importado el sufrimiento del pueblo.
No reconocer el temple y el
fuelle que ha tenido Nicolás en estos 7 años es una actitud egoísta de quienes
lo critican sin proponer, porque repito es bueno que critiquemos ya que así nos
enseñó Chávez; pero hagámoslo con propuestas para mejorar porque también a eso
nos llamó el comandante, no debemos lanzar veneno para destruir solo porque tal
o cual situación nos molesta o nos incomoda sino buscarle soluciones para que
tengamos argumentos para debatir.
La burguesía mundial y los
poderes económicos intentan asesinar física y moralmente a Nicolás a Diosdado y
a otros líderes nuestros que sabemos le están poniendo un mundo por mantener en
pie nuestra revolución, también trabaja para desmoralizar y desesperanzar al
pueblo venezolano para que caiga en su trampa como en el año 2015 cuando
perdimos la Asamblea Nacional, ante esta realidad que vamos hacer? Ponernos a
lanzarle piedras a los únicos que vemos a diario trabajando por el pueblo? A meterle
el pie a los nuestros y no a los opositores que no hacen nada por Venezuela? A
darnos piñazos entre nosotros cuando el enemigo es otro?.
Bienvenidas sean las
contradicciones y las criticas necesarias, pero también que sean bienvenidas la
lealtad absoluta y la lucha en unidad para derrotar al imperialismo gringo, a
sus lacayos en Venezuela y el mundo y a los infiltrados que a diario quieren
tumbar a la Revolución Bolivariana.
Patria, Socialismo o Muerte!
Venceremos!
@AbrahamPetare1
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